Queridos colegas, hoy es un día especial, de nuevo estamos reunidos en torno a la Primera Sociedad de Gestión Colectiva de Escritores del audiovisual que existe en Colombia. Y es un gusto saber que quienes asistimos a esta cita anual somos escritores que hemos encontrado en la labor de REDES SGC, un mecanismo para fortalecer y dignificar nuestro oficio. Eso, sin duda, es un motivo de celebración.
Sin embargo, lo que celebramos en este 2021 va más allá de la existencia de nuestra la Sociedad de Gestión Colectiva, del trabajo realizado, de las metas cumplidas, la organización, los logros en beneficio del gremio, en este penúltimo día del mes de marzo de 2021, celebramos, como nunca antes, la vida. La posibilidad que tenemos de reunirnos y confirmar que seguimos presentes, aún en la distancia física, para acompañarnos en este camino que transitamos como lo que finalmente somos: seres humanos capaces de apostar la vida a un sueño.
Hablo de la vida porque la última vez que nos vimos cara a cara, que pudimos sentir nuestra respiración, ver los gestos de la mayoría de quienes asistimos a esta cita, fue el 6 de marzo de 2020, fecha en la que realizamos la segunda Asamblea General Ordinaria de REDES SGC. Pocos días después el mundo, como lo conocíamos, desapareció y aún no sabemos si para siempre.
A Colombia, como a la mayoría de países, la noticia del Covid – 19, llegó lenta y sin grandes aspavientos. La historia o mito sobre una especie de murciélago que parecían haber preparado y consumido en un lugar del planeta, hasta entonces desconocido, llamado Wuhan, parecía tan lejana como la misma China, así que mientras cerraban Wuhan y construían un hospital para atender el llamado Covid-19, a una velocidad que jamás hemos visto en Colombia, celebramos el fin de año, comenzamos el 2020 y por supuesto REDES, como trata de hacerlo siempre, preparó y realizó su asamblea en la primera semana de marzo.
Si alguien en esa asamblea hubiera dicho que pasaría más de un año antes de que pudiéramos volver a vernos personalmente, que se cerrarían las oficinas, los teatros, las casas productoras, las ciudades y hasta los países, para evitar que la humanidad sucumbiera ante un virus desconocido, lo habríamos tildado de gozar de una imaginación privilegiadamente retorcida. Es más, hasta habríamos anunciado que con esa idea se podría dar inicio a una serie de ciencia ficción que marcaría el antes y el después del género. Difícil creer que algo semejante ocurriera en un mundo que pensábamos capaz de controlar cualquier amenaza.
De la peste o los virus fuera de control sólo teníamos referencias gracias a la literatura o al cine. “Eso” pertenecía a un pasado remoto. Sin embargo, apenas dos semanas después de nuestra asamblea estábamos confinados en nuestros hogares y, a partir de entonces, todo se volvió incertidumbre. No nos volvimos a ver, mucho menos a tocarnos, a saludarnos de beso en la mejilla así fuera a través de la tela quirúrgica del tapabocas y poco a poco nos adentramos en esta virtualidad hasta convertirnos en expertos en su manejo.
Teníamos que aprender sobre esta nueva forma de comunicarnos porque, en ese momento, como nunca lo alcanzamos ni a imaginar, la posibilidad de actuar de REDES adquirió el carácter de vital para muchos compañeros, así que nadie podía darse el lujo de parar.
Es de eso, de lo que hemos hecho durante la pandemia de lo que en nombre del Consejo Directivo les hablaré hoy. De cómo la gestión colectiva es mucho más que recaudo, de la gran diferencia que hace saber que el espíritu que guía nuestra entidad es el de aportar a una sociedad donde trabajar por el bienestar de un colectivo se convierta en algo apenas natural.
Sabemos que muchos de ustedes comprenden de lo que hablamos porque en medio de la desesperanza con la que quiso cercarnos el 2020, comprobaron que el trabajo de REDES tenía y tiene como principal meta la consideración y protección de los seres humanos que han decido dedicar sus vidas al oficio de escribir.
Con todo lo duro, con todas las ausencias irreparables que deja este 2020, a los miembros de REDES también nos deja la certeza de que hemos trabajado por el bien común y que seguiremos comprometidos en el sueño de encontrar el mejor camino para cuidar de nuestros derechos como autores, tanto como con la esperanza de volvernos a ver y abrazarnos como lo que somos: hermanos en el ideal de que las palabras escritas sí construyen mejores personas.
Bienvenidos pues a esta Asamblea General Ordinaria de REDES SGC en la que, nuevamente, celebramos la vida.
Bogotá, Marzo 30 de 2021
Atentamente,
Alexandra Cardona Restrepo
Presidenta -REDES SGC-